La fotografía es un arte que nos permite preservar imágenes a lo largo de la historia. Desde sus inicios hasta la actualidad ha experimentado una increíble evolución tecnológica, transformando por completo la manera en que almacenamos instantes de nuestra vida.
La historia de la fotografía se remonta al siglo XIX, cuando en 1826 el inventor francés Joseph Nicéphore Niépce utilizó una cámara para capturar una imágen de forma permanente por primera vez, obteniendo como resultado la primera fotografía conocida, titulada “Vista desde la ventana en Le Gras”.
La revolución industrial y tecnológica del siglo XX dotó a la fotografía de avances muy significativos. George Eastman, fundador de Kodak en 1888 inventó la película fotográfica que revolucionó la forma en que se capturan y procesan las imágenes permitiendo a los fotógrafos tomar múltiples fotografías sin tener que cambiar placas o carretes como se hacía antiguamente.
Las cámaras están construidas con diferentes componentes, uno de los más importantes son los lentes, parte fundamental de cualquier cámara fotográfica, y a lo largo del tiempo han experimentado importantes avances tecnológicos. Los primeros lentes utilizados en la fotografía eran simples y con baja calidad óptica, sin embargo, con el desarrollo de nuevas técnicas de fabricación y materiales, se lograron lentes más precisos y de mayor calidad.
La evolución de procesos analógicos a digitales ha sido uno de los avances más significativos en la historia de la fotografía. Las cámaras analógicas utilizaban película fotográfica para capturar y almacenar imágenes, que luego debían procesarse químicamente para obtener las fotografías impresas. Esta tarea requería tiempo, recursos y conocimientos técnicos.
La llegada de las cámaras digitales al mercado fue recibida con gran ánimo por los aficionados y profesionales de la fotografía, aunado a la disminución del costo de las
mismas provocó en pocos años el uso masivo y atrajó a un gran público al fascinante mundo de la fotografía, experimentando una transformación radical.
Las cámaras digitales utilizan sensores electrónicos para capturar imágenes, que almacenan en forma de datos digitales en tarjetas de memoria. Esto permite a los fotógrafos revisar, editar, conservar o eliminar las imágenes de forma muy simple. También tiene la oportunidad de ajustar los parámetros de la cámara y compartir las fotografías de manera rápida.
Un avance importante en la evolución de la fotografía fue la incorporación de cámaras digitales en los teléfonos celulares. A medida que la tecnología móvil avanzaba, las cámaras de los teléfonos se volvían más sofisticadas y capaces de capturar imágenes de alta calidad. Hoy en día, la mayoría de los teléfonos inteligentes están equipados con cámaras que permiten capturar momentos especiales en cualquier lugar.
La cámara fotográfica, un invento que resultó mágico en sus inicios, ha transformado a nuestra sociedad, evolucionando y convirtiéndose en un accesorio indispensable para casi todo ser humano, principalmente los jóvenes. Actualmente la facilidad de transporte de los teléfonos celulares con cámaras integradas de gran definición, con amplio almacenamiento, limitado únicamente por el tamaño de memoria o el servicio de almacenamiento en la nube de internet.
La fotografía tiene un impacto significativo en la psicología social de los individuos. Las imágenes pueden evocar emociones, transmitir mensajes y contar historias. Al capturar momentos significativos permite a las personas revivir y compartir experiencias, lo que puede fortalecer los lazos sociales y generar un sentido de pertenencia.
En el primer cuarto del siglo XXI juega un papel importante en la construcción de la identidad personal, los momentos que decidimos capturar y compartir reflejan nuestros intereses, valores y aspiraciones.
Al crear y compartir fotografías, modificamos a placer la forma en que nos perciben los demás y construimos una narrativa visual de quiénes somos. Esto puede causar un
impacto en la autoestima de una persona, a través de las imágenes mostramos incluso nuestro estado de ánimo, construyendo una radiografía de un Yo falso o real.
Además, la fotografía permite a las personas documentar su entorno y compartir perspectivas únicas. También pueden ser una herramienta de conciencia social y cambio, al mostrar realidades, injusticias o problemas que merecen atención y acción. Muchos eventos que pasaban desapercibidos por las grandes masas, ahora se convierten en noticias y evidencian en tiempo real las injusticias o muestran los aciertos de los ciudadanos.
Las redes sociales han transformado la forma en que compartimos y consumimos imágenes y videos. Plataformas como Instagram, Facebook y tik tok se han convertido en espacios donde las personas pueden compartir sus experiencias a través de imágenes convirtiendo a la fotografía en un lenguaje visual universal.
Transformaron el poder de la fotografía como herramienta de expresión personal y social. La gente puede compartir sus momentos más significativos, sus logros, sus viajes y sus actividades diarias a través de imágenes o incluso videos utilizando la misma cámara. Esto no solo permite una comunicación visual y emotiva, sino que también fomenta la interacción y el intercambio de experiencias entre individuos lejanos a la distancia y en muchos casos cercanos al corazón.
La facilidad y bajo costo ha democratizado el uso de la cámara creando una cultura de “me gusta”, comentarios y comparticiones, donde las fotografías se convierten en una medida de popularidad y validación social. Las personas buscan obtener el reconocimiento y la aprobación a través de sus publicaciones, lo que puede influir en el comportamiento y percepción de su propia identidad en relación con los demás. Dando como resultado un fenómeno social, estudiado desde diferentes perspectivas, una de ellas es el uso desmedido de las fotografías denominadas Selfies.
Lo que parecía una buena idea al poder compartir una foto con las personas que, por la distancia no pueden vivir el mismo momento que nosotros, resultaba genial, sin embargo, la sociedad exacerbó el uso de la cámara digital y del internet, causando una revolución no solo tecnológica sino social. El motivo para tomar una selfie va desde lo más sencillo,
compartir un momento de nuestra vida con las personas que están dentro de nuestro círculo familiar y social, hasta buscar la aprobación mediante señalamientos de positivo o negativo en las redes sociales a las que pertenecemos en un ámbito que puede ser universal.
Muchas personas han puesto en riesgo su trabajo o han transformado su actividad diaria hasta convertirse en influencers que mediante selfies o videos cortos van marcando el día a día de sus actividades. Acciones que en muchos casos resultan ser montadas, únicamente con el propósito de tener más seguidores. Algunos otros, incluso han perdido la vida por buscar ser el más intrépido tratando de obtener la selfie en el lugar más peligroso que han podido encontrar.
Un tema interesante que resulta ser peligroso en algunos casos es que, mediante las selfies mostramos el lugar dónde nos encontramos en ese momento, lo cual puede ser aprovechado por la delincuencia organizada y realizar diferentes acciones con la información que mostramos en el fondo de nuestra fotografía compartida.
La competencia diaria respecto a quién toma la mejor selfie, comparando lugares, el vestuario utilizado, la comida o bebida, las personas que nos acompañan, todo esto genera una complicada aceptación de la realidad, dejamos de vivir para nosotros y empezamos a vivir para dar una imagen en las redes sociales.
La tecnología permite que podamos aplicar filtros que modifican las imperfecciones de nuestra piel, nos permiten cambiar de escenarios y modifican la estructura física de nuestro cuerpo para lograr la selfie casi perfecta, estas acciones nos acercan al narcisismo.
Se acuñó el término de Selfitis para definir los problemas que el uso desmedido de las selfies han traído a nuestra sociedad. Es importante cuidar la cantidad de fotografías y uso que le damos a las selfies. La cámara de nuestro celular resulta muy útil por su facilidad de uso y un problema si abusamos de ella. Por lo pronto no dejes de sonreír, podría alguien estar junto a ti tomándose una selfie contigo.