En curso el mundial de Fútbol Qatar 2022, hoy se termina la primera fase de clasificación, ya tenemos los 16 equipos que entran a los octavos de final.
Los ojos del mundo enfocados a las polémicas generadas en los últimos partidos, en las “injusticias” del arbitraje, en los puntos turísticos que muestra el país anfitrión, etc. etc. etc.
Parece que este espectáculo es el oasis perfecto de cada cuatro años para no dar tanta importancia a lo que sigue ocurriendo en nuestro país.
Los comentarios en México están más dirigidos a correr al Tata, a criticar a Héctor Herrera, incluso hasta a aplaudir el teatro del Canelo Vs. Messi. Mientras en nuestras calles se siguen escuchando y viendo asesinatos e injusticias. El pueblo bueno y sabio está viendo más casos de asesinatos que los publicados en las redes sociales o en los noticieros.
“Mataron a dos hoy en la esquina de mi casa”, “Llegaron y mataron enfrente de niños y mujeres a un vendedor ambulante” y “No salen en las noticias” son los comentarios que frecuentemente escuchamos con el vecino, con el compañero de trabajo y con la familia. Son tantos y tan frecuentes los asesinatos y secuestros que ya es normal escucharlos y ver estas atrocidades como algo “normal” y “cotidiano”.
Este “oasis” por lo menos temporalmente ha cambiado las discusiones del pueblo de los que criticamos al López Obrador Vs. quienes los defienden como si fuera un Mesías. En estos momentos las discusiones están enfocadas a por que carajos contratamos al Tata para la Selección, en lugar de exigir que el Gobierno haga su trabajo y proteja correctamente al país.
Así como gritamos que podemos ganarle en el futbol a las potencias, como mexicanos podemos gritar y demostrar que podemos superar todas las adversidades para el crecimiento de nuestro país, pero empezando por cada uno de nosotros. Pero mientras: VIVA MÉXICO.