La guerra tecnológica
La guerra tecnológica

La guerra tecnológica

Estamos en la era tecnológicamente hablando, más interesante de la historia humana, aunque es correcto afirmar que sin todos los descubrimientos que el hombre ha tenido en el transcurso de su evolución, desde el control del fuego, el invento de la rueda, el uso de materiales como el hierro y otros metales, el petróleo, la imprenta, la electricidad, el motor eléctrico y de combustión interna, el auto, sin dejar a un lado la medicina, química y biología; ciencias que han avanzado y favorecido a la humanidad. Podemos enumerar un sinfín de descubrimientos, inventos o tecnologías que le han dado al hombre como especie una mejor forma de vida.

Sin embargo, también es correcto afirmar que esos inventos fueron utilizados o generados para mejorar el armamento de los países para ganar guerras, creo no estar equivocado en afirmar que se han inventado más cosas pensando en un uso bélico que en compartirlo de forma pacifista con el mundo, vale la pena recordar el evento más trascendente que ha tenido el mundo, en el siglo pasado, en la segunda guerra mundial se dio muestrea del poder de destrucción al que había llegado el hombre.

La teoría de un científico, tal vez uno de los más grandes del siglo XX, Albert Einstein, con su famosa formula E=mc2, dio inició a la idea de que una pequeña masa puede desatar grandes cantidades de energía, no tardó mucho tiempo en que otros científicos le encontraran un uso muy destructivo, Estados Unidos junto con sus aliados decidieron construir una bomba atómica.

Estados Unidos decidió dar paso a la acción destructiva, rápida y definitiva en Japón, sobre las ciudades de Nagasaki e Hiroshima, fue un desastre para la humanidad, dando fin a la guerra, Japón se rindió ante los aliados y consagró a Estados Unidos como el país más poderoso del planeta. La carrera armamentista se ha desarrollado también en otros países y alrededor del mundo existe armamento igual de poderoso.

Entendiendo que, si cada país en busca de ganar una de tantas guerras absurdas utiliza su arsenal atómico, da oportunidad al enemigo de hacer lo mismo, lo cual daría comienzo a la tercera guerra mundial, una en la que no habría ganador, la civilización humana en ese afán de conquista, de poder, perdería todo lo que ahora nos destaca como especie reinante en el planeta, lo destruiría con el propósito de no ser el perdedor.

Perdedores seríamos todos, una nueva era daría comienzo ¿Cómo podría sobrevivir la civilización con tanto daño al ambiente? No hay respuesta a eso. Basta con recordar las dos ciudades japonesas destruidas y contaminadas, también podemos ver el resultado del accidente en la terminal nuclear de Chernóbil el 26 de abril de 1986, en el actual territorio de Ucrania, parte de la Unión Soviética de ese momento, liberó al medio ambiente unas 500 veces la radiación que causó la bomba

de Estados Unidos en Hiroshima en 1945. Aún existe una zona de exclusión de 30 km alrededor de la planta.

¿Fue esa experiencia en Japón suficiente? Por lo menos lo fue para no repetirse, ha sido la única ocasión en que se utiliza armamento nuclear, pero el desarrollo de armas más poderosas no se ha detenido. Únicamente no se han utilizado las que son de destrucción masiva.

¿Qué más nos trajo el siglo XX y este principio de siglo XXI? Aviones silenciosos y con capacidad de realizar vuelos antes nunca imaginados, logran pasar desapercibidos para el radar, generando una invisibilidad tecnológica.

Los Pulsos Electromagnéticos, EMP por sus siglas en inglés, que se ven en algunas películas de ficción, son una realidad, como una de las lecciones aprendidas de las bombas atómicas. Descubrieron como el EMP daña a los equipos electrónicos inutilizándolos, dando ventaja sobre los adversarios al inutilizar todo artefacto que contenga dispositivos electrónicos en un radio bastante grande alrededor de su detonante.

También ha desarrollado armas que generan un EMP de gran altitud, con bombas llamadas de arcoíris, detonando fuera de la atmósfera lograrían parar a un continente completo en sus actividades cotidianas.

Es cierto que existen medios para bloquear este efecto, pero es complicado y debe ser focalizado, dejando grandes áreas sin proteger y creando pequeños islotes en operación y muchas áreas sin servicios básicos. No afecta a los seres vivos o artefactos sin electrónica incluida, pero nos traslada a un mundo sin tecnología electrónica útil, convirtiendo a nuestra sociedad en un caos, ¿Te imaginas hacer las cosas de forma similar a nuestros abuelos?

¿Y si hablamos de palomitas de maíz? Sí, de aquellas que tanto nos gusta comer viendo alguna película en el cine o la televisión en casa, claro que, preparadas en el horno de microondas, ya que resulta rápido y fácil su preparación, pero, sabías que esas mismas microondas que se encentran distribuidas por todos lados en la vida moderna, las ondas cortas de radio hacen funcionar los radares, cocinan alimentos, comunican a los teléfonos celulares con las antenas terrestres.

Generalmente no producen daño alguno al ser humano, pero es posible que se estén utilizando como un arma de control mental o psicológico, algunos expertos suponen que los ataques con microondas pueden ser culpables de sonidos dolorosos, generadores de malestares y traumas. Allan Frey, en 1960 descubrió un efecto acústico resultado de las microondas, ese efecto lleva su nombre actualmente, descubrió que las microondas pueden engañar al cerebro, haciéndolo creer que percibe sonidos ordinarios.

Hablando de sonidos, que les parece un poco de ciencia ficción hecha realidad, las armas de gran velocidad, llamadas hipersónicas. En la atmósfera terrestre el sonido

se propaga a una velocidad de 343.2 metros cada segundo o recorre una distancia de 1,235.52 kilómetros en una hora a una temperatura de 20 grados centígrados, la velocidad del sonido puede variar por el medio, la temperatura, la humedad y la altura sobre el nivel del mar.

Se denomina Mach 1 la velocidad del sonido y se puede incrementar, indicando que duplica, triplica o multiplica en N veces está velocidad. Basta mencionar que China en 2018 probó un dispositivo que surca el cielo a una velocidad de 7,344 kilómetros en una hora, aproximadamente mach 6, Rusia no se ha quedado atrás, armando a sus aviones Mig-31 con misiles hipersónicos. Muchos de estos dispositivos aseguran poseer la capacidad de no ser interceptados y cruzar en poco tiempo grandes distancias, logrando con gran efectividad atentar blancos intercontinentales.

Existen dos tipos de armas hipersónicas, los vehículos de desplazamiento hipersónico, especie de planeadores que se envían al espacio a grandes altitudes, regresando en trayectorias que por su velocidad resultan erráticas para su localización y logran alcanzar su blanco con gran facilidad y los misiles de crucero, con sistemas de propulsión de alta velocidad, ambos con capacidad de desplazamiento superior a varias veces la velocidad del sonido.

Lejos queda ya el uso de aviones supersónicos para el transporte de personas entre los continentes, tras 27 años de servicio, fue el año 2003 cuando el Concorde dejo de hacer estos viajes acortando distancias entre América y Europa, un avión convencional tarda en promedio unas 8 horas en llegar de Paris a Nueva York, el concorde solo requería de tres horas y media, a una velocidad 2.02 Mach.

Una nueva generación de aviones supersónicos con uso comercial de pasajeros está actualmente aspirando tomar el lugar vacío que dejó el Concorde, los aviones Overture volarán a una velocidad 1.7 Mach.

Los drones, que mucha gente pudiera considerarlos como juguetes o artefactos que brindan extraordinarias fotografías, perspectivas de lugares o zonas de difícil acceso para los humanos, evitando accidentes o simplemente asombrando a los que pueden admirar en video o fotografía lo que capta la cámara del dron. La industria bélica también encontró excelentes aplicaciones en la carrera armamentista.

Son pequeños artefactos no tripulados que no exponen la vida de sus controladores, al ser comandados a distancia o incluso con inteligencia artificial pueden seguir criterios propios, muy útiles como elementos de avanzada para investigar posiciones del enemigo o para enviar bombas a objetivos enemigos, evitando con esto la muerte de soldados o pilotos, pero generando una gran destrucción y muerte en el bando contrario.

Con la precisión de centímetros pueden alcanzar su objetivo, pasando inadvertidos por el tamaño de los drones, un radar no puede detectarlos tan fácilmente y si es destruido, simplemente envían otro dron.

El problema comienza cuando la inteligencia artificial de un dron no alcanza a distinguir un blanco civil de uno militar, sus algoritmos de detección solo pueden detectar blancos sin catalogarlos y proceden al ataque kamikaze, situación que la comunidad mundial está desaprobando debido a que mueren muchos inocentes en el uso de esta tecnología.

El reconocimiento facial mediante inteligencia artificial, tan popular en los nuevos teléfonos celulares para brindar seguridad y facilidad de acceso a las personas a su información personal, también tiene un uso con un fuerte sentido social, en la guerra entre Ucrania y Rusia.

Se utiliza esta tecnología con el propósito de reconocer a los cientos de muertos que ha dejado tan lamentable evento, brindando a sus familiares la oportunidad de una correcta sepultura o por lo menos tener la certeza de su fallecimiento en combate, trae consigo un poco de paz a sus seres queridos y evita años de búsqueda y angustia.

La compañía Clearview utiliza una base de datos de millones de fotos tomadas de redes sociales creando un gran motor de búsqueda de rostros, generando una gran controversia por los métodos utilizados al no informar a los usuarios del uso que le da a sus fotografías, no es la única compañía que utiliza está tecnología y tampoco el uso es exclusivo para identificar gente fallecida.

Se puede identificar a sospechosos, gente que ha logrado huir o migrar a zonas lejos del conflicto, reconocer prisioneros de guerra, incluso a personas que no tienen ninguna red social activa, basta con que alguno de sus conocidos si la tenga y esté incluido en alguna fotografía con ellos.

La óptica y tecnología de visión que puede descubrir la aguja del pajar, si, efectivamente, hoy podemos dar en un blanco muy lejano sin tener que verlo, la óptica dejo de ser tan vital para poder dañar o llegar a destinos muy distantes, los catalejos, prismáticos o cualquier artefacto que se base en lentes ópticas pueden considerarse obsoletos con los avances tecnológicos.

Actualmente vivimos maravillados por las imágenes que el telescopio espacial James Webb muestra del espacio, del universo que nos rodea, también por las investigaciones que hace la estación espacial internacional que desde hace tiempo gira alrededor del planeta. El internet satelital Starlink, que ofrece la compañía del multimillonario Elon Musk, permite estar comunicado con el mundo desde cualquier parte del mundo, sin embargo, surge la pregunta, ¿El uso de su red satelital es puramente civil?, ¿Tiene aplicaciones bélicas o de seguridad internacional?, preguntas retóricas, dado que nadie nos dará respuesta.

La carrera armamentista ha llegado al espacio, con una red de satélites rodeando el planeta, pueden protegerse de ataques de otros países, esa es la creencia de los lideres que han conquistado el espacio. Y volvemos a una de las preguntas claves, con tanto armamento rodeando al mundo entero, ¿Logrará alguien sobrevivir a una guerra mundial?, la solución de muchos de nosotros, gente pacifista está en el desarme mundial, en crear zonas de paz en lugar de zonas protegidas con tan potente armamento.

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